La colección Otoño Invierno 2017 marca el décimo desfile y el quinto aniversario de Josep Font como director creativo de la firma de prêt-à-couture.

Esta temporada Font reflexiona sobre la serenidad y la continuidad, representadas por el pintor húngaro József Rippl-Rónai, miembro de Les Nabis – un grupo de artistas de la vanguardia Post-Impresionista en Francia en los años 1890 –, y por el escultor suizo Max Bill, líder del “arte concreto”.

Como los Fauvistas, para los cuales las emociones se expresaban a través del color, los Nabis se centraban en la creación de una realidad distinta a la tangible e inspiran las tonalidades más sosegadas y oscuras de la colección: negro medianoche, burdeos oscuro, azul noche, castaña y verde oscuro. La espiritualidad de la paleta de colores, impulsada por el azul Klein, el marfil y el ámbar, se fusiona con las siluetas orgánicas inspiradas en las esculturas abstractas de Max Bill. Los volúmenes circulares se convierten en el punto fuerte de la temporada: pliegues marcados, pero a la vez suaves y mangas curvas visten el cuerpo de la mujer Delpozo en franela, jacquard estampado y lamé de seda; las hebillas redondas y doradas relucen en pantalones, tops, chaquetas y botines; la silueta tulipán envuelve hombros, faldas y vestidos cocktail. Es síntesis en estado puro.

El estampado floral en organza de la colección Otoño Invierno 2017, un diseño floral abstracto y exclusivo de la casa, se inspira en las suaves pinceladas de Rippl-Rónai’s. Una versión más difuminada del mismo estampado se traslada al punto en lana merino, con bordados que recuerdan los reflejos de las escamas de los peces bajo el agua, las pasifloras y las anastasias, grandes flores brillantes y coloridas. La calma se rompe con los jerséis de punto con capuchas bordadas, que se inspiran en el aleteo de un colibrí, aportando movimiento y textura a los diseños de Delpozo. Los mismos bordados se encuentran en el nuevo bolso Moon, una esfera que representa continuidad bajo la perspectiva de Max Bill. El asa metálica está inspirada en la banda de Möebius, famosa escultura de Bill.

Finalmente, un simple toque de amarillo en uno de los emblemáticos vestidos en tul de seda, aporta el último golpe decisivo para desafiar el frío invierno y seguir adelante.